sábado, 27 de febrero de 2010

Cuadros de Crsitina Hasse: Sisiphe








Interesante link al blog de mi amiga Cristina, de Bucarest, aunque vive en Alemania con su marido.

Es una artista increible y me siento tan orgullosa de haberla conocido...porque ademas de linda y suave es tan creativa...

Gracias Cristina por tus cuadros.

Con ellos quiero rendir un homenaje a la mujer para este próximo 8 de marzo, o Martisoare... qué linda forma de celebrarlo en Rumanía, reglando florecillas silvestres en unos ramilletes diminutos a todas las mujeres de tu vida.

Un beso enorme.






http://picturi.blogspot.com/

martes, 23 de febrero de 2010

Terrible verdad



¿Afganistán feminista?


YO NO TE PERMITIRIA CAMINAR DELANTE DE MI


Una periodista occidental ha vuelto, después de 10 años, a visitar una zona al sur de Afganistán.
Con sorpresa las mujeres que antiguamente caminaban siempre un metro detrás de sus maridos y zonas, ahora lo hacen caminando cinco metros delante de ellos.
Interesada por este cambio de comportamiento, imaginó que tal modificación de esta situación podría corresponder a un avance en la sociedad.


Lo curioso viene cuando a una de las mujeres le preguntó:
- ¡Esto es maravilloso! ¿Qué ha sucedido para que desapareciese esa
costumbre absurda de caminar detrás de los maridos y que ahora
caminen siempre delante de ellos?


La mujer respondió:



- MINAS

domingo, 21 de febrero de 2010

EN LA SOLEDAD Y EN EL AMOR

En verdad Soledad, nunca tu nombre estuvo tan a mano...

Te siento triste y sola en tu entendimiento, en eso que los ingleses llaman "insight" y que a veces alguno de los mortales de a pie sentimos en ocasiones muy contadas, pero me parece a mi que tú en este momento recibes y mucho.

Espero que el final de tu escrito te llene a ti misma de luz como me ha llenado a mi, pues me ha hecho llorar hoy leyéndote el dolor que emanas por no poder hacer que esos otros "vean" mas allá.

Pero escucha, estoy absolutamente segura, porque creo firmemente en las energías derramadas, y también en la causalidad, que lo que hayas hecho, mucho o poco, a corazón abierto, será una ficha de domino que mueva finalmente montañas insalvables.

Si, existe el efecto mariposa, y por lo tanto tú aleteo contra los cristales de la ventana, insalvable ahora mismo, hará que en algún momento el frágil cristal de las mentiras y la tozudez caiga desgastado.

Puede que tu y tu familia sufran esta incomprensible ceguera de aquellos que dicen estar en los cargos públicos por el bien común. Mentira mas gorda no encuentro hoy en día, pero tu y tu familia están escritos en la nube del tiempo y ya indefectiblemente unidos ala vida y al alma de Piedad. Y ella lo ha de sentir así siempre.

No se que podemos hacer por ayudarte a ti, a Lucia y a Piedad especialmente, pero lo que sea lo haremos.

Tu dignidad está en tu persona y la llevas como un acto íntimo de ser. Por ello nadie puede acercarse a ella o tocarla siquiera.

Eres una bandera al viento, no lo olvides por más que necesites descansar legítimamente.


"Qué bonito se vería el mundo desde la cima de esa montaña, - se preguntaba Alicia-, y existe un sendero, pero, qué curiosos rodeos da..."
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas.



Te queremos y creemos en tu fuerza porque proviene del amor puro.
Mercedes, Crami y Omaira

viernes, 12 de febrero de 2010

Mas sobre Caso Piedad, que se sepa la verdad

700 TRABAJADORES Y COLABORADORES DEL CABILDO DE GRAN CANARIA FIRMAN UN ESCRITO A FAVOR DE PIEDAD

Este es un fragmento de un escrito de denuncia firmado a finales de Junio 2007 por 700 técnicos de menores del Cabildo de Gran Canaria. Fue remitido, entre otros, a las autoridades administrativas y judiciales del caso (Dirección General del Menor y la Familia y Juzgado de Familia nº 5 de Las Palmas)

EN SOLIDARIDAD CON PIEDAD Y OTROS Y OTRAS MENORES.

PARA LOS POLITICOS QUE SE VAN…

Y LOS POLITICOS QUE VENDRAN…

Los abajo firmantes, trabajadores y colaboradores del ámbito insular de la infancia en dificultad social en Gran Canaria, y

En relación al caso de la menor “Piedad” que durante demasiado tiempo ha llenado portadas de los periódicos y noticiarios y que ha tenido un trágico final para la pequeña, la familia acogente y para nuestro sistema de protección a la infancia, nos dirigimos a ustedes para exponer y manifestar lo siguiente:

Nuestro máximo rechazo, indignación e impotencia ante la decisión adoptada de reingreso en un hogar de acogida, con consecuencias tan dolorosas como la condena a una infelicidad en Piedad como la mayor de las victimas de la ineficacia política, administrativa, judicial y técnica en este proceso.

Manifestamos nuestra solidaridad con la familia acogente -su madre- que la está defendiendo, a costa de lo que sea, ante el acoso de quien quiera quitársela, a costa de su bolsillo, de la Guardia Civil, de la Dirección General de Protección de Menores o del Juez, aunque la acusen de pertenencia, pues claro que es suya, o ¿no se la han dado?. Que nadie piense que aunque la traigan para Gran Canaria se la van a quitar y romper los vínculos creados. Animo!

Manifestamos nuestro rechazo igualmente al uso “partidario/político”, “institucional” e “interesado” de este drama humano que se hace y se seguirá haciendo dada la trascendencia y repercusión que en la propia red de atención a la infancia está provocando. Evitando por todos los medios la utilización de una niña de apenas cinco años por parte de adultos e instituciones para conseguir objetivos que distan mucho de ser loables.

En este sentido, debemos preocuparnos también por los niños que viven su infancia y adolescencia en nuestros centros, por inexistencia de recursos adecuados de apoyo a la familia, por desprotección ante la problemática de la familia y algunos están ahí porque en su día hubo un error en el procedimiento administrativo y las familias acogentes y/o adoptantes se vieron obligados a devolverlos al sistema de protección de donde no han podido salir por no contar con una familia propia que quiera o pueda hacerse responsable o simplemente, porque como demostraban todos los informes que en su día avalaron la propuesta, esa era la mejor opción para ese niño/a.

Por otro lado quién se va hacer responsable a la larga de todos los problemas psicológicos que provocaremos en esta niña y a tantos otros niños y niñas que se encuentran en esta misma situación. Esta decisión judicial está castigando a una niña que tenía que ser protegida por nuestro sistema y que, sin embargo, pasará por la peor de las posibles situaciones que podamos llegar a imaginar. Después de ser justificadamente separada de su familia biológica, alcanzar la estabilidad en el centro, mejorar y cambiar su calidad con la acogente a la cual se la retiran y vuelve a un sistema de protección donde no se le podrá ofrecer nada de lo que ya tenía, ni la estabilidad, ni el afecto ni la seguridad que había adquirido con su nueva familia.

Así mismo, tememos que esta sentencia aumente el rechazo o temor por parte de familias extensas o ajenas a esta modalidad de acogida; de lo contrario aumentará de forma considerable el acogimiento residencial como casi única alternativa de acogida, provocando todo ello maltrato institucional en la mayoría de los/as menores.

Por tanto, consideramos que no solo aquello referido a la infancia que crea cierto “alarmismo o tragedia social” debe generar cierta “voluntad interesada” al ámbito político. Situaciones similares existen en los hogares y menores acogidos y no por ello se ha evidenciado un interés real por parte de los/as políticos. Evidenciando sin embargo un ejemplo terrible y dramático del área de menores y la mala gestión de sus responsables y el incumplimiento de sus compromisos que adquieren cada cuatro años.

MANIFIESTO DE APOYO A LA NIÑA PIEDAD Y A SOLEDAD PERERA

MANIFIESTO DE APOYO A LA NIÑA PIEDAD Y A SOLEDAD PERERA

SOLICITUD:

“Estimados amigos y amigas,

Ante el nuevo juicio a celebrar contra Soledad Perera el próximo 18 de febrero, rogamos se suscriba el manifiesto adjunto y sea reenviado como muestra de apoyo, si así consideran hacerlo.

Un amplio sector de la sociedad canaria estamos atónitos ante las decisiones de la administración y cansados de que esta niña siga "creciendo" sin calor familiar alguno, pero en cambio la única madre que la ha querido lo suficiente como para afectar a su propia familia, -con otra hija de apenas 11 años tristemente separada de Piedad sin límites,- tenga que ir a la cárcel por quererla.

Sería muy irónico que si Soledad Perera acabara cumpliendo condena por no entregar a Piedad bajo el apoyo en su día de la propia Dirección General del Menor, e incluso bajo su presión, se le niegue todo derecho a volver a ofrecer estabilidad emocional a Piedad dentro de su familia, por ser "una delincuente", y a cambio esa niña está condenada a seguir en centros institucionales o a pasar a una nueva familia desconocida y después de tantos años de abandono. Esto suponiendo que se adopte a una niña ya crecida y con tanta polémica alrededor.

Quedaremos muy agradecidos de esta pequeña acción y para Soledad representará un aliento necesario, para poder continuar en su particular lucha por el bien general de los menores de nuestra sociedad y particularmente de Piedad.

No dejemos pasar la ocasión, pues a cualquiera nos pudo pasar.

Gracias en nombre de los muchos niños y niñas "abandonados" en centros de acogida y de Soledad Perera”.

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Para suscribir el apoyo se ruega hacer llegar este manifiesto a todos los estamentos posibles de la sociedad y de la clase política canaria, y devolverlo como muestra de suscripción, haciendo constar el nombre o la entidad que lo suscribe, a las siguientes direcciones de correo:

Prodeni,

Asociación para los derechos del niño y la niña, declarada de utilidad pública:

WWW. Prodeni.org

jlcalvo@prodeni.org

Soledad Perera:

solep03@hotmail.com


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MANIFIESTO DE APOYO A SOLEDAD PERERA ANTE EL NUEVO JUICIO POR DESOBEDIENCIA EL DIA 18 DE FEBRERO POR EL LLAMADO “CASO PIEDAD”

Cicerón: summa lex, summa iniuria (la aplicación estricta de la ley puede llevar a la mayor injusticia).

Soledad Perera: Me siento tranquila porque amparé y protegí a PIEDAD.

MANIFIESTO:

La niña, conocida como Piedad -para salvaguardar su intimidad- es una persona, y como tal, merece el mayor respeto a sus derechos.

Piedad gozó de un breve espacio temporal de vida estable y de felicidad en familia, pero su condena, impuesta legalmente, es ahora la de vagar por laberintos institucionales.

Soledad Perera será juzgada por quererla y por querer ofrecerle esa estabilidad que el tiempo demostró imposible en otro lugar.

Soledad Perera, siendo parte legal en el procedimiento abierto, jamás fue escuchada ni citada, aún presentando los documentos necesarios, en todo momento, ante los mandatos de entrega, fuesen recursos de reposición, apelación, amparo y los informes médicos y de especialistas, además los de la propia Dirección General del Menor, que caminaba a su lado.

Piedad nunca fue escuchada, pero sí bruscamente separada de esa vida afectiva sin más.

En este proceso ha de aplicarse en todo momento, y ser el objetivo último, EL INTERES SUPERIOR DEL MENOR, que contempla cada punto de lo que defendemos y respetamos, y que fueron ignorados para Piedad: circunstancias, vínculos, afectos, salud…

EL INTERES SUPERIOR DEL MENOR está por encima de cualquier otro por muy legítimo que sea.

Existe en Canarias una respuesta muy positiva de nuestra sociedad a seguir luchando por lo que creemos justo, por la felicidad de Piedad, y se demuestra con más de treinta mil firmas recogidas, con pronunciamiento público hasta hoy de 15 ayuntamientos de Tenerife, con la modificación de la Ley de Adopción y Acogimiento que se está trabajando en el Senado a partir de casos emblemáticos como el del Niño del Royo y Piedad…

Por todo ello, muestro con este manifiesto mi apoyo a Soledad Perera y a Piedad, y a las personas menores declaradas en abandono para que no vuelva a suceder. Y solicito la aplicación del INTERES SUPERIOR DEL MENOR como resolución última para este procedimiento, escuchando siempre a los implicados para hacer justicia.



CC-PP a por mas desigualdad

LA LEY CANARIA DE IGUALDAD CONSIDERA A LAS MUJERES COMO OBJETO,Y NO COMO SUJETO ACTIVO DE SU LIBERACIÓN

Mary C. Bolaños Espinosa
Colectivo Harimaguada

La Ley Canaria de Igualdad entre hombres y mujeres, aprobada con los votos de CC y PP, atenta contra los derechos fundamentales de las mujeres. Propugna un modelo de vida sesgado ideológicamente, impregnado de la concepción de la sexualidad, la reproducción humana y la familia que defienden los grupos antielección - mal llamados provida - y no respeta los derechos humanos, ni la igualdad entre hombres y mujeres, ni los derechos reproductivos de las mujeres, considerándola como un simple elemento reproductor.

El pasado nueve de febrero el Parlamento Canario aprobó la Ley Canaria de Igualdad entre hombres y mujeres. Esta ley, en teoría, debe favorecer un marco legal en Canarias para la protección y promoción del derecho democrático de la igualdad entre mujeres y hombres.

La realidad muestra claras evidencias de que en Canarias la protección y promoción de la igualdad ha sido bastante precaria a nivel institucional: Planes de Igualdad sin evaluar, el ICM con apenas financiación propia, desmantelamiento de los escasos recursos de apoyo a la coeducación, cierre o deterioro de los servicios y programas existentes en materia de violencia de género, educación y atención a las necesidades afectivas y sexuales…

Por ello, cuando ponderan una ley que no parte del análisis real de las necesidades canarias en esta materia, con un texto que no sólo no garantiza un avance en el impulso de la igualdad y en la protección de los derechos de las mujeres, sino que en algunos artículos suponen un claro retroceso, sin concreción de aplicación presupuestaria que asegure su correcto desarrollo… tenemos bien claro que el gobierno canario pretende de nuevo hacerse una foto de portada y que la ley se quedará en una simple declaración de intenciones.

No creemos que las fórmulas verbales se favorecerá, se impulsará, se fomentará, se promoverá, se dinamizará, se potenciará, se incentivará, se posibilitará… que no especifican el grado de compromiso y responsabilidad de los poderes públicos en ofrecernos una sociedad más justa; sean premisas sólidas, suficientes para hacer real y efectivo el derecho de igualdad de trato y oportunidades que recoge la ley en su objeto y finalidad. Más bien sugieren el abandono, en manos imprecisas, de las decisiones políticas que la norma debiera exigir.

La ley no afronta los distintos campos de la vida social, política, laboral, cultural, educativa, etc. en los que las mujeres nos encontramos en situación de desigualdad, sino que hace escasas referencias a algunos de ellos sin profundizar, ni concretar.
Por un lado, muchos de los objetivos marcados ya están regulados legalmente y, por tanto, son ya de obligado cumplimiento: publicidad y lenguaje no sexista, no discriminación laboral, materiales educativos no estereotipados… y tampoco especifica la ley compromisos para avanzar en su consecución.
Por otro, en casi todo su articulado se emplean mandatos que dejan la realización de lo dispuesto a la buena voluntad del destinatario de la norma, que puede ser público o privado: convenios, protocolos, planes estratégicos, programas, etc.

A pesar de algunas declaraciones puntuales, los poderes públicos transmiten, en la práctica, la idea de que las mujeres deben centrarse prioritariamente en el cuidado, y los hombres prioritariamente en el trabajo asalariado, lo que afecta a todas las mujeres sean o no madres. En nuestra sociedad, donde la maternidad determina una vida diferente a la paternidad, las mujeres somos vistas en primer lugar como posibles madres aunque no tengamos la menor intención de serlo, y somos penalizadas por ello.

Por ello, llama la atención que esta Ley de Igualdad no haga ninguna referencia a los permisos de maternidad/paternidad remunerados y no transferibles, elemento clave en el acceso de mujeres y hombres al mundo laboral en igualdad de condiciones. La participación activa en los cuidados por parte de las mujeres y los hombres, con reconocimiento legal y en igualdad de condiciones, acercaría la realidad a los propósitos teóricos de la Ley.

No compartimos en absoluto que la conciliación de la vida personal, familiar y laboral pase sólo por la cercanía de comedores o guarderías laborales o por la proliferación de espacios más cercanos al domicilio. Y mucho menos que el sistema de cuidados se fortalezca sobre las personas cuidadoras, que suelen ser las mujeres.

Lo que verdaderamente garantizaría esta conciliación es que las Administraciones públicas, por un lado, asuman la responsabilidad que les corresponde en el cuidado de las personas enfermas, ancianas y niñas y niños.
Es imprescindible la cobertura pública de toda la demanda de escolarización de 0 a 3 años, con un carácter eminentemente educativo. Y se debe prestar especial atención y desarrollo a la necesidad ineludible de articular servicios públicos y universales de calidad, flexibles y variados, en función de las necesidades cambian¬tes de la familia y de la persona dependiente, frente a los concertados y privados, ya que es la única manera de garantizar su accesibilidad y calidad. Han de ser los servicios públicos, no las cuidadoras familiares, el principal recurso de atención a las personas dependientes.
Se debe contemplar también auténticas iniciativas de educación y concienciación social que modifiquen la cultura sexista, para que realmente sean compartidas todas las responsabilidades.

Pero la guinda de la ley la pone su artículo 51 Derecho al embarazo y a la maternidad.

El origen de este artículo está en una iniciativa legislativa popular de la Fundación Red Madre. Es un grupo de asociaciones de asesoramiento a embarazadas impulsada en 2007 por el conservador Foro Español de la Familia, presidido por Benigno Blanco -alto cargo del Ministerio de Fomento en tiempos de Aznar- , oponente acérrimo del matrimonio gay y que ha declarado públicamente que "el aborto es la barbarie de nuestra época". El 72% de las asociaciones que integran la Red Madre son religiosas y antielección: grupos como la Comisión Madrileña para la Defensa de la Vida, Provida Alcalá, Adevida, Asociación Víctimas del Aborto, Acción Familiar y Fundación Universitaria San Pablo CEU (los dos últimos vinculados al Opus Dei).

Estas iniciativas legislativas populares, rechazadas en Navarra, Andalucía, Aragón, y Cantabria, aún apoyándolas el PP, fueron aprobadas como leyes en Castilla y León y la Comunidad Valenciana. En Canarias el Parlamento la ha incluido en la Ley de Igualdad autonómica.

El objetivo está claro: conseguir poder actuar -y ser pagados por ello- con las embarazadas, incluso con las que desean, legalmente, interrumpir su embarazo.
La propuesta tiene una línea discursiva regresiva y un carácter claramente antiabortista. Pese a sufrir algunos recortes a lo inicialmente planteado, el texto final de la Ley satisface a los grupos antielección (mal llamados «pro vida»), y más concretamente a Red Madre.

Dice la ley defender el derecho a la maternidad, pero, sencillamente, leyendo su articulado es evidente que de lo que habla es del derecho al embarazo y a la maternidad biológica. Por supuesto no menciona la adopción, ni la maternidad no biológica, ni la maternidad/paternidad de parejas del mismo sexo. Parece que es obligatorio ser madres, pero “madres biológicas heterosexuales”.

El contenido de este artículo concentra de una manera práctica, simbólica y emocional, una forma de entender el mundo, y particularmente, la posición que deben ocupar en él las mujeres, desde una determinada retrógrada concepción de la familia, de la sexualidad, de la reproducción, en la cual está en juego el significado del estatus de las mujeres, de su autonomía, de sus derechos, de la igualdad entre hombres y mujeres…
Y en este planteamiento, no creemos posible un punto intermedio, ni un consenso: no hay libertad de las mujeres que se pueda defender a medias. Y si de verdad pretendiera promover la igualdad, tendría que partir, obligatoriamente, de la idea de que la mujer es la única que debe decidir sobre su cuerpo, sobre su vida, sobre su futuro, sobre el papel que quiere jugar, como madre o como no madre.

El derecho a la maternidad debe enmarcarse en los derechos de salud sexual y reproductivos aprobados en la Conferencia Internacional de El Cairo sobre Población y Desarrollo en 1994, los cuales quedan incluidos dentro de los derechos humanos, decisión que se ratifica en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres de Beijing en 1995. Según el Programa de Acción de la Conferencia de El Cairo “la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia”. Estas dos conferencias emplazan a los Estados firmantes a crear las estructuras y servicios necesarios que den cobertura a los derechos sexuales de las mujeres, contribuyendo así, a su empoderamiento. Es importante también recordar que en el 2008, en la Resolución 1607 del Consejo de Europa, se reconoció el aborto como un derecho, remarcando que la libertad de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo debe ser respetada, y que los Gobiernos de los Estados miembros, deben garantizar que la interrupción del embarazo sea una práctica accesible y segura.

Parece extraño tener que solicitar, por enésima vez, que se apliquen los derechos humanos publicados en 1948, cuando estamos en febrero de 2010. Pero, consideramos, que esta Ley no los contempla.

Las mujeres han de ser reconocidas como seres dignos, capaces de decidir, ciudadanas de pleno derecho. Ello conlleva dar al proceso reproductivo su carácter totalmente humano, superando el ámbito exclusivamente biológico y “natural”. Cada mujer debe poder decidir a partir de sus condiciones y de sus creencias, asumiendo su derecho a la intimidad y a la libertad moral.

Se debe apoyar a la maternidad, pero no de esta forma paternalista e inductora de lo que las mujeres deben hacer, no desde la concepción de la mujer como elemento reproductor en esencia.
La información sobre derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la maternidad debe proporcionarse de manera universal a cualquier mujer u hombre en edad reproductiva, y no únicamente a las mujeres embarazadas.
Para promover la dignidad de las mujeres, para potenciar unas relaciones igualitarias, no sirve cualquier modelo de educación afectivo sexual. En este mismo artículo se habla de promover una sexualidad responsable. ¿A qué se refieren, a la castidad, o a que se practique sólo dentro del matrimonio heterosexual? Es necesaria una educación y atención afectiva y sexual integral, basada en un concepto positivo del hecho sexual humano, de la diversidad sexual y de los vínculos afectivos, una educación que favorezca que las personas se formen para vivir sin riesgos y satisfactoriamente su sexualidad. Una educación y atención afectivo-sexual entendida como una tarea conjunta y coordinada de todos los agentes sociales implicados. La Ley canaria de igualdad entre hombres y mujeres no propugna este modelo.
Por último, la medida relativa a las subvenciones y convenios con organismos, entidades públicas y centros de iniciativa social, cuya función sea ofrecer asesoramiento y ayudas a las mujeres embarazadas, generará una red clientelar de asociaciones antielección que no informará a las mujeres de todas las opciones que existen, sino de la que les interesa. ¡De eso tenemos ya mucha experiencia!

El nueve de febrero se aprobó en el Parlamento Canario la Ley Canaria de igualdad entre mujeres y hombres, con el apoyo de CC y el PP, incluyendo una cortapisa a la inminente Ley de aborto, contraviniendo la legalidad europea que exige respetar la voluntad de las mujeres; una ley que utilizarán los sectores más conservadores para obstaculizar el derecho a decidir de las mujeres. Es curioso, una ley de igualdad que entiende a la mujer como objeto y no como sujeto activo y libre.

El nueve de febrero se aprobó en el Parlamento Canario la Ley Canaria de igualdad entre mujeres y hombres, con el apoyo de CC y el PP, conteniendo propuestas contradictorias con las políticas económicas y sociales generales que está llevando a cabo el gobierno de Canarias. No hay que olvidar que la actual crisis económica ha sido una excusa perfecta para realizar importantes recortes de servicios públicos y que las políticas económicas han conllevado la precarización del mercado laboral. Y ya sabemos lo que todo esto representa para las mujeres: desigualdad y exclusión.

El nueve de febrero se aprobó en el Parlamento Canario la Ley Canaria de igualdad entre mujeres y hombres, con el apoyo de CC y el PP, con el rechazo del PSOE a la ley de la que habían sido promotores, y a la que hasta el mismo día de su aprobación no sólo no habían mostrado su desacuerdo, sino que habían admitido las enmiendas.

Nos alegramos que el PSOE haya replanteado su posición y, finalmente, haya rechazado una Ley que va en contra de las libertades básicas de las mujeres. Porque, aunque hayan intentado suavizarlos, los planteamientos retrógrados y conservadores están ahí. No hay más que ver las declaraciones de satisfacción en algunos medios de comunicación de los grupos antielección, que esperaban ansiosos su aprobación.

Frente a la falta de derechos se necesitan políticas consistentes, no parches que sustituyan recursos y servicios públicos. No caben las declaraciones de intenciones, que obligan a pretendidos consensos imposibles, que tienen como consecuencia vaguedades y ausencia de compromisos efectivos. Las políticas de igualdad tienen que tener una referencia legislativa explícita. A partir de ahí se hace necesario el compromiso institucional para poner los medios que aseguren su desarrollo. Junto a ello, es preciso que la toma de conciencia individual y colectiva de mujeres y hombres pueda finalmente hacernos conseguir nuestros objetivos: reconocer a todo ser humano digno y establecer relaciones de calidad entre las personas.

Ninguna de estas condiciones se da en este caso. Por ello, es necesario que los colectivos de mujeres, sociales, de profesionales y todas las personas de bien, hagamos oír nuestra voz, debemos hacer visibles las intenciones tramposas de la Ley que se acaba de aprobar y dejar bien claro que no estamos dispuestas a dar pasos atrás.