lunes, 26 de abril de 2010

Educación canaria y Africa

Y al menos eso nos mantiene con esperanza: no somos los últimos en algún lugar...
Peo a buen seguro, esta forma de gobernar canaria, quitando importancia a lo que de veras lo tiene, la educación, pasará pronto, sin dudas.

jueves, 22 de abril de 2010

Salida escolar el día del libro, algo mal entendida...


Gracis Morgan, por el puntito de humor... la vida es esto.

Artículo de C. Coello en eldgitaldecanarias





Estupendo artículo de mi amiga Carmen Coello en El digital de Canarias:


http://www.eldigitaldecanarias.net/articulo.php?ida=986

eldigitaldecanarias.net > Artículos > Carmen Coello



El Hiyab o cubrirse la cabeza libremente

CARMEN COELLO


La Historia ha hecho que las mujeres a lo largo de ella sufriéramos y fuéramos víctimas de diferentes disciplinas; no necesitamos remontarnos a siglos pasados, lo tenemos presente muchas de las de mi generación o nuestras madres y abuelas, que cumplimos a rajatabla las exigencias -que proponía la Iglesia católica de esta nación en plena dictadura- de cómo debíamos cubrirnos la cabeza en los oficios religioso.

En la actualidad recuerdo entre estupor y rabia cómo me veía hundida en el terror si se me olvidaba el velo en casa. Me acuerdo de ir por otras clases pidiéndolo prestado a alguna niña para la misa diaria, con el firme propósito de devolvérselo en cuanto saliera del acto y siempre con las piernas temblándome de pensar que por un momento aquella terrible sargenta -no quiero recordar su nombre pero si recuerdo su hábito blanco- me cogiera in fraganti y el castigo fuera inmediato. La coronación del dislate y el pavor consistía en compartir en la capilla el exigido “paño negro” con una compañera y que nadie se chivara.

Han pasado cuarenta años y resulta que mi país, ese al que admiramos porque por fin es un lugar libre y democrático, vuelve a las andadas por culpa de la intolerancia de seres sin escrúpulos que esconden dentro de supuestas “normas de convivencia” las mayores de las frustraciones y el veneno de la xenofobia enmascarada en una falsa disciplina.

Decía hace bien poco Sami Nair en un artículo sobre su rechazo al burka “doy a conocer mi identidad porque la sociedad es un encuentro de identidades”, empero lo que está ocurriendo en los últimos días en nuestras ciudades no está para nada relacionado con la ocultación completa de la mujer, es el simple hecho de que una jovencita, que viste al estilo europeo, pretende ejercer la libertad de taparse el pelo en sus actos públicos, incluido su centro de estudios.

Estúpida hilaridad es la que presentan determinados consejos escolares ante las diferencias, ante lo que no consideran “adecuado” para un centro de estudios, tal como: prohibir llevar gorra a los chicos, el velo a las chicas musulmanas, así como al resto de las niñas gorros, boinas y demás; pero no se plantean cuestiones tan “baladíes” como las faltas de respeto, el machismo, la intolerancia ante los gordos o gordas o los y las que llevan gafas y si les parece de lo más normal o rehuyen establecer alguna norma para quienes muestran los calzoncillos o los tangas por fuera del vaquero y hasta para aquellas niñas a las que les regalan ponerse “tetas” por el cumpleaños.

La sensatez debe imperar y el derecho a la educación ser la condición fundamental en cada uno de estos casos. Los centros educativos de nuestro país poseen equipos pedagógicos y psicológicos que pueden detectar si esas alumnas son subyugadas por sus familias o simplemente ejercen su libertad individual y creo que es éste precisamente el caso que nos ocupa.

La derecha más reaccionaria está avanzando pasito a pasito en las diferentes facetas de nuestra sociedad, les da lo mismo: burlarse del o la que exige que le devuelvan los restos de sus seres queridos represaliados en la guerra civil, que atacar a una adolescente y provocar que sea cambiada de centro -con lo que eso implica para su formación y sus relaciones humanas- y sin olvidarnos del acoso y derribo a Garzón por su aspiración de poner al descubierto “la verdad de la barbarie”.

Ese instituto público que pretende dejar fuera de sus aulas a Najwa porque lleva velo, debe rectificar o ser rectificado: por coherencia y porque este país irrevocablemente democrático no puede permitir tamaño torpeza

Un reglamento de régimen interno es el documento primordial en un centro, que acumula entre sus páginas la organización y la consecución de las mayores cotas de éxito en la educación de sus alumnos y alumnas y no la segregación de uno de sus miembros por la razón que sea.

Respetar y asimilar las diferencias culturales debe ser la pauta a seguir en el conjunto de la población, el resto son pamplinas y fobias encubiertas. El derecho a la mejor de las educaciones posibles es uno de los más trascendentales que tenemos los humanos y no puede ser pisoteado; que se haga cumplir.

martes, 13 de abril de 2010

Consejera y educación canaria


Quien nos iba a decir que una mestra iba a ser tan rácana con el colectivo docente de Canarias...