lunes, 31 de octubre de 2011

Celebrando mi paso por el meridiano de la vida


Así comenzó todo. Después de un ratito de organización, vinieron los regalos de la vida y de las amistades que la vida me ha regalado:

frases hermosas de corazón, canciones, besos, pensamientos, recuerdos, abrazos, cenas, postales, powerpoints, música, bailes, flores, golosinas, globos, lienzos de color, postres golosos, buen vino y algo de alcohol... collares, pulseras, anillos, relojes, libros, bufandas, pañuelos, velas, espejos, amigos y amigas, amigas.

La vida ha sido tan generosa conmigo que me siento feliz de vivirla.


Gracias mi gente, por estar aquí, -si, también los que están en la distancia pero aquí-, por dejarme quererlos y por hacerme sentir querida.

Gracias hijas mias por ser, por estar, por quererme...




miércoles, 26 de octubre de 2011

Los pensamientos


Sean cuales fueren los pensamientos y emociones que se presenten, permíteles surgir y desvanecerse como las olas del océano. Cuando te sorprendas pensando cualquier cosa, deja que ese pensamiento surja y se desvanezca sin ninguna coerción. No te quedes con él, no lo alimentes ni favorezcas; no te le apegues ni trates de solidificarlo.

No sigas los pensamientos, no los invites. Sé como el océano que contempla sus propias olas o como el cielo que mira desde lo alto las nubes que lo cruzan.

No tardarás en descubrir que los pensamientos son como el viento: vienen y van. El secreto está en no «pensar» sobre los pensamientos, sino permitir que circulen por la mente sin dejarse arrastrar por ellos.

(de El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte por Sogyal Rimpoché)

Bueno, si, ya he pasado la barrera, ¿y qué?

Ayer mismito cumpli esos maravillosos años en los que una mujer ENTRA EN LA MEJOR ETAPA DE su VIDA y en la que si no tenemos pelos en la lengua es porque no queremos.., je, je, je

Mientras maduro en edad, valoro a las mujeres que pasan de los 40 más que a todas. Aquí hay unas pocas razones:

Una mujer de 50 nunca te despertaría en medio de la noche para
preguntarte ¿En que piensas? A ellas no les importa lo que piensas.

Si una mujer de 50 no quiere ver un juego de pelota, no se sienta a quejarse. Hace algo que la entretenga. Y, usualmente es más interesante que el partido.


Una mujer de 50 se conoce a si misma lo suficiente para saber quien es, lo que es, lo que quiere, y de quien lo quiere.


A las mujeres de 50 les importa un bledo lo que tú puedas pensar sobre ellas o lo que hacen.


Una mujer de 50 es digna. Difícilmente se pondría a gritarte en el teatro o en el medio de un restaurante caro.


Pero por supuesto, si lo mereces, no dudara en matarte, si cree que puedes salirte con la tuya.


Las mujeres adultas son generosas con los piropos, muchas veces inmerecidos. Ellas saben lo que es no ser apreciadas.

Las mujeres de 50 son brujas. Nunca tendrás que confesarles tus pecados, ellas siempre los sabrán.

Una mujer de 50 se ve bien pintada los labios con rojo brillante. No pasa igual con las más jóvenes. Una vez superada una arruga o dos, una mujer de 50 es mucho más sexy que sus contrapartes más jóvenes.


Las mujeres mayores son directas y honestas. Te dirán de inmediato si eres un idiota, o si estas actuando como tal. Siempre sabrás donde estas parado con ellas.


Adoramos a las mujeres de 50 por múltiples razones. Desafortunadamente no es reciproco. Por cada deslumbrante, inteligente y bien puesta mujer de 50 hay un calvo barrigón con pantalones curtidos viéndose como un idiota con una muchachita de 25 años.

'Damas, mis disculpas.'

Para todos esos hombres que dicen: 'Por que comprar la vaca entera si puedo comérmela por pedazos.' ¡Actualícense!

Hoy en día el 80% de las mujeres están en contra del matrimonio. ¿Y por que? Porque las mujeres se dieron cuenta de que no vale la pena comprar el cerdo entero para solo comerse una salchichita'.

Andy Roney
Corresponsal 60 Minutos CBS

Queda informada la población

lunes, 17 de octubre de 2011

Nuestro curiel Mechitas


Nuestro Mechitas, está que engorda y se come hasta las orquideas si lo dejan, es que nada se le resiste. Qué lindo y bueno que es.

Paseo junto a los zifios de Tenerife


Pasamos un estupendo día el sabado 15, acercándonos al mundo natural y salvaje de las ballenas y los delfines del sur de Tenerife. Qué idea mas buena para ser felices.

Mujeres y negras

el país

PREMIO NOBEL DE LA PAZ

El Nobel de la Paz premia el papel de la mujer en el cambio político y social

Galardonadas las liberianas Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta del país africano, Leymah Gbowee, activista por los derechos de la mujer africana, y la opositora yemení Tawakul Kerman

Fotogalería: Las tres premiadas

Georgina Higueras Madrid

7 OCT 2011 - 14:38 CET50

Con un reconocimiento expreso al papel de la mujer en los procesos de paz y en el cambio político y social, el Comité del Nobel de la Paz se ha pronunciado a favor de que tres mujeres compartan el premio de este año. Las galardonadas son la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, la también liberiana Leymah Gbowee, responsable de la organización Red de Mujeres por la Paz y la Seguridad en África, y activista yemení Tawakul Kerman.

más información

· Kerman: "Se lo dedico a los jóvenes árabes que luchan contra las dictaduras"

· PERFIL: De Mama Sirleaf a Mama África, por RAMÓN LOBO

· PERFIL: Leymah Gbowee, sin paz no hay sexo

· Reportaje.- África con nombre de mujer, por JOHN CARLIN

· Hitos que aún hacen falta, por BERNA G. HARBOUR

· Las mujeres, motor del cambio, por DOMINIQUE MOÏS

El presidente del comité, Thorbjoern Jagland, ha manifestado que las tres laureadas son recompensadas por “la lucha no violenta en favor de la seguridad de las mujeres y de sus derechos a participar en los procesos de paz”. “No podemos conseguir”, añadió Jagland, “que una democracia y una paz duradera en el mundo si las mujeres no obtienen las mismas oportunidades que los hombres para influenciar a todos los niveles en el desarrollo de sus sociedades”. Tras la decisión del comité reunido en Oslo, que es donde también se entrega el Nobel de la Paz, el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, declaró: “Este premio es un tributo a todas las mujeres del mundo y a su papel en los procesos de paz y de reconciliación”. Creado en 1901, este premio solo lo habían recibido hasta ahora otras nueve mujeres. La primera Nobel de la Paz fue, en 1905, Bertha von Suttner, una de las más destacadas figuras del movimiento pacifista internacional, cuya ideología difundió por toda Europa en los convulsos años del inicio del siglo XX.

Ellen Johnson-Sirleaf, de 72 años, es la primera africana que accede de forma democrática a la presidencia de un país en ese continente. Desde 2006 y pese a venir marcado por más de 14 años de guerra, Johnson-Sirleaf, economista de profesión, ha logrado dirigir el país y ponerlo en la vía del desarrollo. El próximo martes 11, la conocida por sus oponentes como la dama de hierro se enfrenta a la reelección en unos disputados comicios, que proseguirán el curso previsto, según indicó el jefe de la comisión electoral en Monrovia. Su principal rival, el abogado Winston Tubman, la crítica precisamente por no haber hecho lo suficiente durante su mandato para sellar las heridas de la guerra civil y las divisiones que el conflicto dejó en la sociedad. Sin embargo, Thorbjoern Jagland rechazó que la concesión del Nobel pueda interferir en el resultado de las votaciones.

Leymah Gbowee, de 39 años, es una activista conocida por haber organizado la llamada ‘huelga de sexo’, el movimiento pacifista que, a través de instar a las mujeres a no mantener relaciones sexuales, logró poner fin, en 2003, a la segunda guerra civil que desangraba Liberia. “Movilizó y organizó a las mujeres más allá de las líneas de división étnica y religiosa para poner fin a una larga guerra en Liberia y garantizar su participación en las elecciones”, dijo Jagland al explicar las razones del comité para galardonar a la activista liberiana. La labor de Gbowee fue fundamental para impulsar el proceso de democratización que posibilitó la celebración de elecciones y el triunfo de Johnson-Sirleaf.

Tawakul Kerman, es una política yemení y activista pro derechos humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, creado en 2005. Yemen es uno de los países árabes más golpeados por la ola de cambio. Su presidente, Ali Abdulá Saleh, se mantiene en el poder pese a las masivas protestas y a los cientos de yemeníes muertos en choques contra las fuerzas de seguridad. “Se lo dedico a todos los jóvenes árabes que luchan contra las dictaduras”, declaró a la corresponsal de EL PAÍS en el golfo Pérsico, Ángeles Espinosa.

Las mujeres yemeníes están siendo muy activas en las revueltas contra Saleh, un aliado de Estados Unidos. Decenas de miles de ellas, envueltas en sus abayas (el mantón negro que las cubre por entero), han tomado numerosas veces las calles de Saná para exigir el fin de los 30 años de reinado de Saleh. El presidente del Comité del Nobel quiso destacar que con este premio se envía una señal al autócrata yemení y a otros dictadores de Oriente Próximo para abandonen el poder.

Las tres compartirán los 10 millones de coronas suecas (casi 1.100.000 euros) que conlleva el premio. El Comité del Nobel de la Paz ya otorgó ex aequo el galardón a otras dos mujeres en 2004: la abogada iraní Shirín Ebadí y la ecologista keniana Wangari Maathai, fallecida el pasado 25 de septiembre. El Comité del Nobel señaló que con este premio de 2011 espera “contribuir a acabar con la represión que aún padecen las mujeres en muchos países”. También expresó que su voluntad ha sido destacar “el enorme potencial que representan las mujeres para la paz y la democracia”. Sin hacer mención a las críticas que recibió el comité por las selecciones de 2010 (el activista chino preso Liu Xiaobo) y de 2009 (el presidente Barack Obama), Jagland señaló que está convencido de que “todo el mundo” reconocerá la “importante” concesión de este año. Aunque se había rumoreado que los blogueros de la Primavera Árabe serían premiados, Jagland afirmó que con el galardón a Kerman se ponía de manifiesto el apoyo a la lucha de los jóvenes árabes por liberarse de sus tiranos.

jueves, 13 de octubre de 2011

No era una paranoia



No era una paranoia

Llovía. Llovía mucho. No parecía que fuera a escampar en mucho rato y era ya muy tarde en la noche. Mi paciente perrita no había podido hacer sus necesidades en todo el día, precisamente por culpa de la lluvia. La recogí en casa de mi madre, y de vuelta a casa no sabía qué podía hacer para que ella pudiera dar un paseo, aunque fuera corto, sin mojarnos ninguna de las dos. Pensé un rato, mientras conducía, en lugares adecuados, y de pronto se me ocurrió una solución. El único lugar tapado que era capaz de recordar era el túnel de la playa de La Arena. Allí me dirigí sin dudarlo más.

Por ser esta una carretera muy sinuosa y peligrosa, que por las lluvias suele causar desprendimientos, bajé muy despacio y con mucha precaución.

Al llegar, como no había tráfico por ser tarde y por la lluvia, aparqué el coche justo frente a la boca del túnel para no mojarnos al bajar. Dejé las luces de posición encendidas, para que se supiera que estaba allí mal aparcado el vehículo. Bajamos las dos del mismo y comenzamos a caminar yendo y viniendo, con mucho frío debido a las corrientes de aire que se forman en el interior del túnel.

Estabamos tranquilas y se me ocurrió, sin embargo, mirar hacia atrás para el coche, porque me había dejado las llaves puestas y me pareció muy temerario, aunque no hubiera gente alrededor. Todo estaba tranquilo. Seguimos dando aquel paseo acorralado, y cuando volví a mirar al coche, me pareció ver cómo sus faros, como si fueran ojos luminosos, me parpadeaban. Se me congeló la sangre en las venas al pensar que alguien pudiera haber subido al coche y me amenazaba o se burlaba de mí. Me repuse y me acerque rápidamente, pero nadie había en el coche ni en los alrededores. Me estaba volviendo un poco paranoica, pensé inmediatamente. Y salí del auto y de nuevo comencé a caminar con Habibi y con las llaves del arranque ahora en mi mano, para más seguridad.

Si, todo estaba en orden, pero sin embargo, mire hacia atrás de nuevo, y en unos segundos volví a mirar, tal y como hacen los personajes de los dibujos animados, y nada pasaba. Llovía sin parar. Mi perrita no acababa de hacer sus tareas fisiológicas y yo estaba cansada, pero seguimos dando vueltas en ambos sentidos dentro del túnel. Fue entonces cuando percibí, ahora con toda claridad, que mi coche me hacia señas con sus luces como ojos gigantes, y sin parar.

Entonces si lo comprendí.

Mi pobre coche todo terreno se sentía totalmente abandonado bajo la lluvia, solo y sintiéndose celoso de Habibi. Tenía que llamar mi atención. Me acerque a él y lo arranqué con cariño. Lo conduje hasta el interior del túnel que a aquella hora tenía la barrera abierta. Era tierno ver que mi coche y yo teníamos una relación, y era genial reconocer que definitivamente yo no estaba paranoica en absoluto.


Mercedes Méndez